Infiltraciones de ácido hialurónico
El ácido hialurónico es una sustancia de alto peso molecular que se encuentra en alta concentración en la piel, cartílago y líquido sinovial. Aporta hidratación y actúa como lubricante. Infiltrado en la articulación favorece el mantenimiento de la integridad articular y pretende reducir el dolor y mejorar la movilidad de la articulación. A nivel peritendinoso nutre el tejido dañado y desempeña función analgésica.
Las patologías más frecuentes que se benefician de esta técnica son la condromalácea rotuliana, artrosis (rodilla, cadera, mano, pie/turmillo) y las tendinopatías de hombre, codo, muñeca o tobillo.
La inyección no suele presentar complicaciones y se realiza guiada mediante ecografía para garantizar el correcto deposito del producto.
Infiltraciones de glucocorticoides
Esta técnica consiste en la administración de corticoides en el interior de la articulación o bursa afectadas, con el objetivo de frenar el proceso inflamatorio en el interior de las mismas. Puede administrarse con o sin anestésico local en función de cada patología y paciente.
Los corticoides locales son fármacos sintéticos con propiedades similares a las de los corticoides naturales propios del ser humano. Tienen un potente efecto antiinflamatorio. Pueden aplicarse por múltiples vías, pero la vía intraarticular es la más eficaz en procesos que cursen con inflamación articular ya que actúan casi exclusivamente en el lugar de la inflamación minimizando los efectos adversos en el resto del organismo.
Tras la correspondiente limpieza de la piel con un producto desinfectante, se introduce el preparado en el interior de la articulación utilizando una aguja fina. En manos expertas, la infiltración no suele causar más que una ligera molestia y no suele durar más de un minuto.
Este tipo de infiltraciones deben administrarse con precaución en pacientes diabéticos, hipertensos o anticoagulados. Su administración se desaconseja en aquellos pacientes que tengan previsto un repuesto articular protésico en las semanas/meses posteriores a esta infiltración.
Tratamiento con factores de crecimiento
¿QUÉ CONSISTE?
El plasma rico en factores de crecimiento (PRGF) se obtiene a partir de la extracción y centrifugación de sangre del propio paciente. Posteriormente, al añadir cloruro de calcio se activa la secreción de los factores de crecimiento por parte de los gránulos α (contenidos en el interior de las plaquetas).
El tratamiento con factores de crecimiento ha demostrado estimular la reparación de tejido a nivel local principalmente mediante los siguientes mecanismos:
- Estimula la secreción y proliferación de las células de cepa mesenquimal (Fibroblastos, tenoviocitos, osteoblastos, condrocitos y células madre pluripotenciales)
- Promueve la permeabilidad vascular
- Estimula la secreción de colágeno en el tenoviocito
- Reducción de IL-1β (interleucina proinflamatoria)
Los estudios publicados hasta la fecha evidencian una mejoría clínica con reducción del dolor e inflamación y mejora de la funcionalidad. Este tipo de infiltraciones están indicadas en casos de condromalácea, artrosis, entesitis, tendinitis/tendinosis y en casos de roturas ligamentosas, tendinosas y musculares.
Los resultados de este tipo de infiltraciones mejoran significativamente cuando son realizadas por manos expertas y de forma eco-guiada, administrando el producto de forma precisa en la zona a tratar.