Los tratamientos en Artritis Reumatoide: Fármacos modificadores de la enfermedad y terapias biológicas
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a las articulaciones, y afecta aproximadamente al 1% de la población. El tratamiento tiene como objetivo controlar la inflamación, reducir el dolor y mejorar la función articular. Obviamente, al tratarse de una enfermedad crónica, el tratamiento también lo es.
Existen dos tipos principales de medicamentos utilizados para tratar el AR: los FAME y las terapias biológicas.
1- Fármacos modificadores de la enfermedad (FAME)
Los FAME son un grupo de medicamentos que actúan sobre el sistema inmunitario para reducir la inflamación y prevenir el daño articular. Los FAME más utilizados en la práctica diaria son:
Metotrechado:
Mecanismo de acción: inhibe la síntesis de ADN y la proliferación de células del sistema inmunitario, especialmente las células T.
Eficacia: Es el FAME más utilizado en el AR y ha demostrado ser eficaz para controlar la inflamación, reducir el dolor y mejorar la función articular.
Leflunomida:
Mecanismo de acción: inhibe la síntesis de nuevas células del sistema inmunitario y bloquea la producción de citoquinas inflamatorias.
Eficacia: Es un FAME eficaz para controlar el AR, normalmente se utiliza como alternativa al metotrexato.
Hidroxicloroquina:
Mecanismo de acción: modula la respuesta del sistema inmunitario y tiene efectos antiinflamatorios.
Eficacia: Es un FAME eficaz para controlar el AR, especialmente en combinación con otros FAME. Se utiliza poco en la práctica diaria, ya que es un fármaco de baja potencia.
Los FAME se administran generalmente por vía oral y tardan varias semanas o meses en alcanzar la máxima eficacia. En general, son bien tolerados, aunque es necesario monitorizarlos con análisis de forma regular para comprobar que no producen ninguna alteración (poco frecuente en la práctica)
2- Terapias biológicas
Las terapias biológicas son medicamentos producidos a partir de organismos vivos o sus componentes. En el caso del AR, se utilizan para bloquear las moléculas del sistema inmunitario que causan la inflamación y el daño articular. Algunos ejemplos de terapias biológicas son: Inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF), Inhibidores de la interleucina (IL), Inhibidores de las células B y los Inhibidores de la Janus quinasa (JAK). Si bien estos últimos suelen llamarse coloquialmente “terapias biológicas”, realmente no lo son ya que se sintetizan de forma artificial sin requerir ingeniería biológica.
Las terapias biológicas se administran generalmente por vía intravenosa o subcutánea y suelen ser más eficaces que los FAME para controlar el AR grave. Los inhibidores del JAK son orales.
3- Mecanismos de acción de las terapias biológicas en la artritis reumatoide:
Inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF):
Mecanismo: Bloquean la acción del TNF, una citocina proinflamatoria clave que juega un papel crucial en la cascada inflamatoria del AR.
Ejemplos: Adalimumab, etanercept, infliximab, certolizumab.
Inhibidores de la interleucina (IL):
Mecanismo: Bloquean la acción de diferentes interleucinas, que son moléculas que participan en la comunicación entre las células del sistema inmunitario y desempeñan un papel importante en la inflamación del AR.
Ejemplos: Tocilizumab y Sarilumab (Inhiben IL-6), abatacept ( bloquea la actividad de las células T)
Inhibidores de las células B:
Mecanismo: Reducen el número de células B, que son responsables de la producción de anticuerpos que pueden dañar las articulaciones en el AR.
Ejemplos: Rituximab
Inhibidores de Janus quinasa (JAK):
Mecanismo: Inhiben la actividad de las JAK, enzimas que participan en la señalización intracelular de diversas citocinas, incluyendo el TNF, la IL-6 y la IL-12.
Ejemplos: Tofacitinib, baricitinib, upadacitinib, filgotinib
La elección de la terapia biológica más adecuada para cada paciente dependerá de varios factores como la gravedad de la enfermedad, la respuesta a tratamientos previos, la presencia de comorbilidades y el perfil de seguridad de cada fármaco. ¡Pregúntale a tu reumatólogo de confianza!
Imagen extraída de www.inforeuma.com